Crisis climáticas, no esperar más, hay que actuar ahora”
En Fedafruc hemos definido que nuestra misión institucional es promover, dentro del diálogo colaborativo público-privado, la construcción de políticas públicas diferenciadas para el desarrollo económico y social de la AFCI, lo que significa en términos concretos que se debe reconocer que el mundo rural y la AFCI tienen una importancia económica, social, cultural y territorial muy relevante para el desarrollo del país.
La actividad frutícola de la Agricultura Familiar Campesina representa sobre el 17 % de la producción nacional proveniente de 25.000 pequeños agricultores, en su mayoría atendidos por Indap, que se dedican a la fruticultura en distintos rubros, como frambuesas, frutillas, cerezas, duraznos conserveros, uvas de mesa, arándanos y nogales. Ante la magnitud de esta positiva realidad nuestro trabajo busca desarrollar una agricultura más sostenible y rentable, para que ese esfuerzo se traduzca en mejor bienestar para nuestra agricultura familiar.
En un contexto de constante cambios, las mayorías con incertidumbres, nuestro gremio define como una primera gran problemáticas la actual crisis climáticas que enfrenta la humanidad y en particular la Agricultura Familiar Campesina que representa el 85 % de los agricultores en Chile y somos los más afectados por este problema, y los que menos recursos recibimos para adaptarnos y/o mitigar el cambio climático.
Para nuestro sector resulta de extrema urgencia realizar un debate público que recoja opiniones y propuestas para enfrentar con Políticas Públicas de Estado, la actual crisis climática, antes que sea demasiado tarde. El Plan Decenio AFCI que lidera Indap, la REAF Mercosur y Coprofam con la sociedad civil rural, son espacios de diálogo político, ahí tenemos una gran oportunidad para plasmar una hoja de ruta que mire los próximos desafíos del cambio climático y apoye con mejores oportunidades a la AFCI.
Acceso a Mercados y Canales de Comercialización
Junto a lo anterior se suma otra problemáticas que resulta muy difícil de abordar, como es el acceso a mercados y canales de comercialización en forma expedita y justa. Vemos mucho desconocimiento para saber administrar nuestras empresas y proyectarlas hacia un desarrollo más sostenible y a mercados de mayor volumen.
Nos parece una buena idea que Indap promueva mayores espacios para trabajar en redes de colaboración, y en ese contexto se trabajen convenios de colaboración con escuelas de administración y negocio de la universidades chilenas, para que a través de programas online se nos permita adquirir conocimientos técnicos, también se debe trabajar con centros tecnológicos regionales para acercar la innovación a la AFCI.
En Chile creemos que la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, no está debidamente valorada, y eso explicaría la falta de más voluntad política para abordad con mayores recursos programas y proyectos que permitan apoyar la asociatividad y sus inserción en los mercados de nuestra agricultura y en particular el rubro frutícola. No obstante esa dificultad, el sector de la AFCI sigue experimentando con el fuerte apoyo de Indap un creciente aumento de nuevas producciones y plantaciones, y por lo tanto demandará de una mejor política pública, con más financiamiento, más innovación tecnológica y asistencia técnica de calidad.